Deja tu piso en la gran ciudad y vive donde quieras
Mis motivos para convertirme en nómada digital.
Motivo principal
Me encanta viajar.
Visitar nuevas ciudades, lugar increíbles y comida diferente.
Debido a la pandemia y a tener que trabajar desde casa se me abrieron un montón de posibilidades. He estado año y medio teletrabajando desde Madrid, pero muchas veces lo he hecho desde el pueblo o desde algún destino turístico al que iba a pasar un puente.
Siempre desde España.
Mi pareja y yo habíamos barajado varias veces salir de Madrid y trabajar por el mundo (ella también teletrabaja). Sobre todo porque nuestro piso se nos quedaba pequeño, pero también porque pagar un alquiler en Madrid Centro sin salir tanto de casa no nos parecía buena idea (ni inversión).
El verano pasado, al recibir ambos la segunda dosis de vacunación y en un arrebato poco habitual en nosotros, dejamos el piso de Madrid.
No había vuelta atrás.
Base de operaciones
Nos mudamos a un pueblo a 60 km de Madrid. Por suerte, mis padres tienen una casa que podemos usar entre un viaje y otro.
Nuestra idea es estar un mes fuera de España, otro en el pueblo y así sucesivamente.
Mudanza y listos.
Ropa en cajas. Libros en cajas. Cajas en cajas.
Todo lo que antes teníamos en casa está ahora metido en cajas. A la espera de que volvamos a tener un hogar tradicional.
Que siga esperando 😅
Segundo motivo
Mirando destinos, fechas y precios, decidimos ir a Edimburgo.
Sí, una de las ciudades más caras para vivir. Pudiendo elegir todo el mundo, ¿por qué algo tan común?
Buscábamos un destino en el que no hubiéramos estado todavía o una zona que nos gustaría explorar.
Disfrutar tranquilamente de la comida distinta, un tiempo (atmosférico) opuesto, vivir sin coche.
Al ir de vacaciones a cualquier sitio, siempre te mueves a toda velocidad para aprovechar el tiempo al máximo.
“¡Si no dormimos hoy, podemos ver otra iglesia mañana!”
Pero si te quedas a vivir allí, el ritmo de las visitas se frena, disfrutas cada paso que das, investigas calles menos conocidas, restaurantes oscuros, bares sorprendentes, cloacas con música en directo…
Esto nos llevó a confundir vivir en una ciudad nueva con visitar una ciudad durante un mes. Había semanas en las que salíamos todas las tardes a tomar algo o cenar fuera.
Cuidado.
No estás un mes de vacaciones.
Buscamos un AirBnB, ya que a partir de 4 semanas tienen descuentos muy interesantes (algunos hasta el 50%).
También miramos en webs de hoteles, por si encontrábamos un apartamento más barato, pero las opciones de AirBnB salían mejor y tenían mejor pinta.
Buscamos unos vuelos por las fechas en las que estaba libre el apartamento y elegimos ida y vuelta en función de los precios.
Elegimos una casa a 20 minutos andando del centro de la ciudad para poder olvidarnos de autobuses, coches, atascos,…
Tercer motivo
Podría decir que uno de los motivos de abandonar Madrid era para gastar menos al mes, pero al ir a una ciudad más cara, poco ahorro hay.
Los gastos del súper y el alojamiento son superiores a los que teníamos antes, pero la experiencia de vivir así es increíble.
Lo bueno es que vivimos un mes en España sin pagar alquiler y luego otro fuera donde queramos, entonces sí que hay ahorro de media.
Nuestros siguientes destinos serán más baratos, ahí compensamos los gastos más altos.
O no. Yo qué sé.
Luego los planes se truncan siempre 😅
No te precipites
Habla con tu empresa para ver si puedes hacer esto. Hay obligaciones fiscales y legales en todos los contratos.
En resumen
Te recomiendo encarecidamente que te vayas un mes (mínimo) a trabajar fuera.
Rompe con la rutina.
Y un consejo…
El día que llegues a tu destino (o el siguiente) haz un free tour. Así conocerás la historia de la ciudad, las calles más importantes y te ayudarán a orientarte por ella nada más llegar.
¿Quieres saber cómo fue mi primer mes como nómada digital?
¡Te lo cuento próximamente!
SPOILER: No todo es bueno.
